Todos los hechos que están ocurriendo en China y que se
conocen gracias a los suicidios a lo Bonzo no cesan, pese a que el Gobierno haya
respondido con detenciones y un mayor despliegue de fuerzas, aunque poco hayan
podido hacer para acabar con la sucesión de suicidios.
Alrededor de 600 personas han sido arrestadas, según la Radio
Free Asia hay varios sospechosos de haber grabado las inmolaciones con sus teléfonos
móviles y que los turistas extranjeros que estaban asistiendo a las inmolaciones
pudieron grabarlas con sus cámaras de video, haciéndoles hacer revisar sus
aparatos electrónicos para comprobar si contenían videos de lo ocurrido. Las dos personas que se prendieron fuego lo hicieron cerca
del templo de Johhang, en protesta por lo que muchos tibetanos protestando por
lo que muchos tibetanos consideran la represión que sufren su religión y su cultura
por parte de Pekín.
Según RFA (Radio Free Asia, la policía ha arrestado en Lhasa
a residentes locales y peregrinos llegados de otras partes de Tíbet y
provincias chinas, y los ha llevado a centros de detención en los alrededores
de la capital. Hay que saber y tener en cuenta que Pekín prohíbe la presencia
de periodistas extranjeros en Tíbet y en otras zonas donde se producen las
inmolaciones, por lo que es casi imposible verificar lo que está ocurriendo.
El último suicidio fue el miércoles 30 de Mayo, y su autora
fue una madre de 33 años con tres hijo. Que se quemó cerca de un monasterio
cerca de la provincia de Aba. Casi todos los suicidios a lo bonzo registrados
hasta ahora en Sichuan, Qinghai, y Gansu, tres de las provincias chinas, fuera
de la región autonómica de Tíbet, que cuentan con una población tibetana
numerosa.
El Dalai Lama culpa a la política totalitaria y poco
realista de Pekín de los suicidios. El Gobierno, por su parte, califica a
quienes se han quemado de terroristas, criminales y enfermos mentales, e
incluso acusa líder budista de incitarles para realizar este acto.Las inmolaciones son percibidas por muchos tibetanos como un
acto de sacrificio para llamar la atención sobre su causa. China ha emitido en
mayo en sus cadenas de televisión por todo el mundo un documental en el que
acusa al Dalai Lama de propagar e incitar toda la ola de inmolaciones.
Hao Peng, vicesecretario del Partido Comunista Chino en
Tíbet y director de la Comisión de Asuntos políticos y legales, ha hecho un
llamamiento para que se endurezcan las los controles sobre internet y los
medios de comunicación en general, en una muestra de la preocupación que tiene
el Gobierno de que se produzcan revueltas y protestas durante el festival
budista que comenzó hace dos semanas en
Tíbet y el cual dura un mes.
Fuente: Edición Impresa EL PAÍS. Viernes 1 de Junio.
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