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El anterior jefe del Gobierno islandés será juzgado por su gestión de la crisis



El tribunal especial de Landsdomur, una corte levantada hace ya más de un siglo para juzgar a miembros del Gobierno islandés, sentó en el banquillo de los acusado al ex primer ministro Geir H.Haarde. Su delito es la negligencia en el manejo del varapalo financiero que sumergió al país en 2008 en un agujero negro.  Es el primer dirigente en el mundo que se sienta ante un juez  como responsable del desastre financiero ocurrido en 2008. Si es declarado culpable, puede ir a al cárcel para cumplir dos años.

Durante su comparecencia en el juicio contra él en Reikiavik, Haarde aseguró que el Gobierno no era capaz de saber entonces que los bancos de Islandia estaban totalmente descapitalizados y que no era tarea de las autoridades obligarlos a ello.  Los miedos del español Joaquín Linares de que ningún dirigente vaya a la cárcel preocupa tanto a él como al resto de la sociedad civil y política de Islandia. El proceso, abierto hace más de tres años en la comisión parlamentaria de investigación aún no ha culminado con la entrada en prisión de ninguno de los acusados.

Solo hay un condenado: Baldur Gudlaudsson, el que fuera secretario permanente del ministro de Finanzas. Vendió dos semas antes del batacazo 1,2 millones de euros del Landsbanki, uno de los bancos tóxico. Baldur se enfrenta a dos años de cárcel.

Los tres grandes bancos cayeron en octubre de 2008 y tres meses después, lo hizo el propio Haarde. La acusación en el proceso contra el ex primer ministro defiende que este hizo oídos sordos ante las advertencias de que las entidades estaban a punto de caer, y por tanto, incumplió su responsabilidad como jefe del Ejecutivo.

La comisión, señaló que las autoridades islandesas debían haberse cerciorado ya en el verano de 2008 de que Reino Unido cubría los depósitos británicos de Icesave. Después de la quiebra, Holanda y el reino Unido se vieron obligados en devolver a sus ciudadanos 4.000 millones de euros que había en los depósitos y que adeudaba Icesave. La defensa trabaja en la manera de demostrar que el exjefe de Gobierno no puede intervenir sobre los tres colosos de las finanzas islandesas.


En paralelo a las responsabilidades políticas, el fiscal espacial islandés trata de señalar a los causantes del descalabro bancario: Cuatro encargos de Kaupthing fueron imputados el 23 de febrero por fraude y manipulación del mercado.

Fuente: edición impresa EL PAÍS.

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